Los y tantos

martes, 14 de julio de 2009


Hace unos días me estrené en los cuarenta y tantos. Y hay cosas que no cambian. Sigo encarando el trabajo con alegría. A veces hay disgustos, pero nada hay que no se pueda arreglar con un poco de humor. Soy de los que piensan que hay que llevar la risa también al ámbito de la política: la risa bien entendida e incluso eso tan gallego como es la retranca.

Quiero pensar (y no quiero dejar de hacerlo nunca) que detrás de estos gestos, hay una actitud vital de ilusión. Ilusión por cambiar y mejorar las cosas. Precisamente, con ilusión llegamos a donde estamos, al gobierno de Galicia. Y esa misma ilusión es la que queremos seguir generando de cara a las próximas elecciones municipales de 2011.

La semana pasada celebramos un Comité de Dirección del Partido en el que perfilamos el programa de trabajo para llegar en forma a esa importante cita electoral. Nos jugamos mucho. Especialmente en las grandes ciudades, en las que cada vez resulta más evidente que las fórmulas del bipartito no funcionan. El reto es recuperar las grandes alcaldías y establecer un marco de gobierno local estable, que trabaje en sintonía con los principales ejes de actuación de la Xunta.

En esta línea, tenemos como objetivo inmediato revitalizar la Comisión de las ciudades, un órgano fundamental para visibilizar nuestro programa de gobierno en las siete ciudades gallegas.

Paralelamente, vamos a desarrollar un trabajo centrado en el territorio, tomando a los 315 municipios de Galicia como escala de acción. En esta tarea, resultará fundamental el proceso de selección de candidatos y candidatas, porque nadie como ellos para transmitir el mensaje del Partido Popular.

Llegar a todas las casas, a todas las familias, explicando nuestras propuestas y sin que quede ni una sola de las oportunidades sin aprovechar para reforzar nuestro proyecto. Este es el principal desafío. El primer partido de Galicia será más primero que nunca. De eso estoy seguro, porque hemos demostrado con creces que con trabajo y con ilusión llegamos allí donde nos propongamos.

Una magnífica oportunidad para tirar de la cantera en materia de emergencias

martes, 7 de julio de 2009


Para los que gozamos del deporte de base, pocas cosas hay tan gratificantes como ver a los deportistas de la cantera, en la disciplina que sea, escalar puestos en el ranking y batir las marcas del triunfo. En pleno momento de crisis, las cifras que certifican la bienvenida de un delantero como Cristiano Ronaldo llegan a marear y a más de uno nos da por pensar que a lo mejor hay otros caminos para levantar a equipos y competiciones y para generar ilusión.

Algo de esto pasó en Galicia en el campo de las emergencias. El bipartito creó una Axencia Galega de Emerxencias que estaba llamada a ser uno de los referentes en materia de seguridad pública al nivel de las autonomías. Un proyecto estrella, el Cristiano Ronaldo de las emergencias.

Sin embargo, esta propuesta creció sobre pies de barro, con grandes inversiones proyectadas que non se tradujeron en una mejora efectiva en la operatividad de los dispositivos existentes. Hubo falta de planificación y una gestión errática, de modo que ninguno de los objetivos que impulsaron la creación de la Agencia se llegaron siquiera a atisbar. A pesar del dinero invertido, no hubo ningún resultado práctico.

Entre otras cosas, quedó pendiente la construcción de la sede de la nueva Agencia, planificada inicialmente en el municipio de Oroso. En el nuevo gobierno creemos que hay margen para aprovechar recursos ya existentes y, en esa línea, hemos propuesto levantar el nuevo edificio en las instalaciones que la Academia Galega de Seguridade Pública (AGASP) tiene en A Estrada. A veces no se trata tanto de multiplicar inversiones como saber emplear con criterio las que ya tienes.

Ayer estuvimos precisamente en A Estrada, visitando la AGASP. Cuenta con unas excelentes dependencias y una dotación tecnológica con potencial para nuevos desarrollos, porque si hay algo cierto es que el centro de A Estada puede dar mucho más de sí. Vamos a trabajar en esa línea, con la idea de unificar la gestión de las emergencias y la formación en seguridad pública, optimizando recursos que ya están en funcionamiento como la sala de crisis de que dispone la Academia, la propia residencia o el helipuerto.

Con esta actuación, conseguiremos un ahorro de entre el 30 y el 40 por ciento con respecto a lo previsto en el proyecto original en Oroso y, sobre todo, garantizaremos una mejora substantiva del sistema de intervención en las emergencias, con mayor agilidad en los plazos. Sin duda, una buena noticia. Una buena noticia que demuestra que es posible tirar de la cantera para tener un centro de emergencias a la altura del siglo XXI.

Ganar en velocidad no es tener coches de lujo

jueves, 2 de julio de 2009

Ayer presentamos las primeras medidas del Plan de reestructuración del parque móvil de la Xunta. Van en la línea de lo que hemos dicho repetidas veces: en este momento de crisis, hay que aplicar el guión de la austeridad, reajustando gastos y haciendo del ahorro una clave para invertir más allí donde más se necesita.

Además de comprarlos, los coches hay que mantenerlos. Supimos que el Audi de Touriño tuvo en 15 meses unos gastos de mantenimiento de casi 80.000 euros, a razón de 5.000 euros por mes, ocho veces más que el salario mínimo. Que consumió 18 neumáticos en 50.000 kilómetros de rodaje. Con un blindado de estas características se multiplican los costes sin multiplicar el rendimiento.

Por eso, quisimos darle pronta respuesta a la pregunta de qué hacer con los Audis. El Consello de la Xunta acaba de autorizar el inicio del procedimiento de enajenación de 23 vehículos de alta gama que no se usan en la actualidad. No se usan porque no tienen funcionalidad práctica más allá de los desplazamientos de altos cargos. Y lo que está claro, es que hay coches de sobra y con un coche por conselleiro - por cierto, un Citroën-, sobra y basta. Ahora esos 23 vehículos serán vendidos y a cambio la Xunta obtendrá coches adaptados para servicios sociales y sanitarios, para servicios de protección civil y para la policía local.

Creo sinceramente que se trata de una buena medida y de una medida esperada. La primera de un proceso más amplio en el que trataremos de optimizar el rendimiento del parque móvil de la Xunta, con más ahorro y un funcionamiento más eficiente. La austeridad llegó, por fin, a todo un símbolo de los excesos del bipartito.

Una nueva etapa para Galicia

Después de un tiempo desaparecido, volvo a cogerle el hilo al blog. Estos han sido meses de vértigo, de una intensidad que sólo es comparable a la importancia de lo que hemos conseguido. Ganamos las elecciones y un nuevo gobierno trabaja con optimismo el futuro de Galicia. Todo lo que anhelábamos ya está siendo.

Iniciamos una nueva etapa y eso tiene su miga. También a nivel personal. De repente te ves sentado en un despacho y se suceden las jornadas vibrantes para saber de los recursos con los que cuentas, de lo que se prometió y no se hizo, de lo que se hizo y era prescindible, de todo lo pendiente... Y por supuesto (y sobre todo) para definir nuevos proyectos.

Tenemos trabajo por delante: muchos de los compromisos asumidos por el bipartito no se cumplieron y, más aún, no se supo priorizar gastos para atender a lo realmente necesario.

Sinceramente, creo que hubo mucho de propaganda y poco de inversión realmente productiva. Los ya famosos buratos vienen también de ahí, de una huida hacia delante en la gestión y de una acción política a menudo artificial y desconectada de la realidad.

Son tiempos difíciles, pero creo sinceramente que Galicia cuenta con el mejor gobierno de los posibles en esta nueva etapa. Existe un equipo compacto y bien compensado. Un gobierno a imagen de la pluralidad y diversidad de la sociedad gallega, que hace del trabajo y de la entrega claves fundamentales para impulsar un programa político en positivo, sin consignas y sin estridencias.

Sin duda, los próximos años van a ser decisivos. Tenemos en la mano dibujar una nueva frontera de oportunidades para Galicia. Superar la crisis es el primer paso, frenando la sangría del desempleo y articulando verdaderos servicios y recursos para el bienestar de las personas. Esta es la apuesta, una apuesta que deberemos construir sobre la base del trabajo compartido y la suma de esfuerzos. En ese camino andamos ya, después de conseguir la confianza mayoritaria de la ciudadanía gallega.

A todos aquellos que habéis trabajado para hacer de esta victoria una realidad ilusionante, muchas gracias. Y a todos vosotros que os acercáis a este espacio, sabed que de ahora en adelante hago el firme propósito de encontrar tiempo para escribir en él. Será un buen momento de reflexión y de calma.