Por lo visto al Sr Quintana no le importa que le critiquen a él, pero no tolera que le falten al respeto a las mujeres que el domingo pasado fueron convocadas -sin aviso previo- a un mitin del Bloque en Silleda, bajo la excusa de no se sabe bien que programa de la Xunta de Galicia.
Se le veía en las fotos muy contento al vicepresidente, pensando seguro en cómo le estaba fastidiando a Touriño, que a la misma hora competía con él (qué novedad) en la proclamación como candidato que le había montado Ferraz.
Es lo que hay: dos gobiernos con dos presupuestos, independientes entre sí y, en ocasiones -como ésta-, mismo enfrentados.
Tendría mucha gracia sino fuera porque los 300.000 euros que debió costar el sarao de Quintana lo pagamos todos los gallegos a través de los Presupuestos de una Vicepresidencia (la suya, como él dice) que sigue, a día de hoy, sin pagarles un céntimo a los millares de dependientes que, eso sí, fueron bombardeados -y siguen siéndolo- por una propaganda oficial tan cara como mentirosa.
Y que no venga diciendo que no sé de qué hablo, que al mejor podría sacarle los colores.
Estaría bien ver a Quintana explicándoles a los dependientes, a sus cuidadores, o incluso a los que se van al paro cada día, que 300.000 euros es una cifra insignificante cuándo se trata de contraprogramar a Touriño.
En todo caso, es bueno saber que al señor vicepresidente ya no le importa que le critiquen; sería bueno que se lo había dicho a los alcaldes que osaron cuestionarlo y, como no le pidieron perdón, llevan ya seis meses castigados sin dinero de las Consellerías del BNG.
La fiesta de Quintana con las mujeres
miércoles, 17 de diciembre de 2008
Publicado por Alfonso en 8:36
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